Monday, April 12, 2010


La Fe probada a travez de un hijo (parte 4)




Finalmente me llevaron a ver a mi bebita al hospital donde se encontraba, allí estaba un buen grupo de amigos y familiares al pendiente de la situación y también mi esposo, tratando de consolarme cuando en realidad era El quien necesitaba consuelo. 

Me llevaron directamente al reten o cunero en donde están los bebes recién nacidos, pero en vez de entrar aun lugar hermoso lleno de lindos bebes y de padres mirando a través del vidrio, me llevaron para un cuarto encerrado donde no había otro bebe si no mi hija ya que debido a su estado tan delicado estaba en la unidad de cuidados intensivos neonatales completamente aislada de todos por su seguridad, siempre había una enfermera de turno pendiente únicamente de mi hija, y los doctores que entraban a verla tenia que pasar por un proceso de esterilización antes de tocarla, con guantes, ropa especial, jabón especial para las manos, mascarilla, etc., todo para poder cuidar la salud tan delicada de mi bebe.  Yo también pase por ese proceso, me lave mis manos con un jabón especial, me pusieron una bata un gorro y una mascarilla, y me llevaron hasta donde estaba mi bebita de un día de nacida, metida en una incubadora, era como una caja de cristal, desnuda con tan solo un pañal, conectada con cables y vías por todas partes, sus pequeños bracitos ya no tenían mas espacio para mas inyecciones, no solo sus brazos también sus piernas parecían un colador y como era tan pequeñita perdía la vía de la vena con bastante frecuencia y la enfermera tenia que buscar estrategias para encontrarle una nueva, su cabeza estaba cubierta por una especie de casco platico transparente, le cubría su cabecita por completo proporcionándole oxigeno ya que su respiración era poca y por lo tanto sus niveles de oxigeno eran muy bajos, no me era permitido abrir la incubadora, solo tenia una ventana redonda a un costado donde podía meter una sola de mis manos para tocar, acariciar y mimar a mi pequeñita, solo con una mano.

Allí me quede por horas sintiendo por primera vez a mi hija a través de los vidrios de esa cunita, le había llevado su osito musical, que le colocaba todos los días cuando estaba en mi barriguita, y cuando sonó la música, mi bebita abrió los ojos y se empezó a mover, así que aproveche y empecé a cantarle un corito que solía cantarle todos los días cuando estaba embarazada,  “Jesucito de mi vida, fuiste niño como yo, y por eso te quiero tanto que te doy mi corazón…”en ese momento mi corazón no aguanto mas y fue esa la primera vez que llore en forma desconsolada, no podía dejar de llorar, es ese llanto que te sale del alma y no de los ojos, pidiéndole a Dios que le diera una oportunidad a mi hija, tan solo una minima esperanza.

Derepente sentí que me agarraban por un hombro y era la enfermera, una señora grande, tosca, seria, quien con voz regia y sangre fría me dijo:  Señora si llora de esa manera lejos de ayudar a su hija le va a hacer daño, además su hija la necesita fuerte serena por favor compóngase, es difícil, pero ahora se necesita a una madre fuerte que de la batalla a esta situación, a demás usted esta recién operada debería irse a descansar mira que lo que menos necesitamos es una madre enferma.  No lo podía creer, y no le conteste nada, trate de calmarme y ya era tarde así que mi esposo y mi madre me llevaron a mi casa, porque yo tenia que descansar, acababa de pasar por una Cesaria y créanme que ni siquiera me acordaba de eso.     

Al día siguiente ya era domingo, todos los días muy temprano recibíamos la llamada de mis queridos doctores Rebeca y Edgar, colocándonos al tanto de la situación y de cómo había pasado mi hija esa noche en es hospital.   Todos los médicos que estaban al cuidado de la salud de mi hija no se comunicaban conmigo ni con mi esposo, lo hacían directamente con Rebeca y ella nos explicaba todas y cada una de las situaciones.

Recuerdo muy bien ese domingo por la noche después de que había ido a pasar el día con mi hija en el hospital, recibimos una llamada notificándonos que la bebita ya no tenia mas venas de donde inyectarla, así que decidieron hacer una pequeña cirugía por el ombligo donde le tomaban una arteria y le colocaban una especia de tubito para que por allí se suministrara todo los medicamentos y alimentos necesario para la mejoría de mi hija, yo no sabia exactamente de que se trataba (mucho tiempo después aprendí que era un proceso delicado), lo único que se, es que ese domingo tarde como a las 10 de la noche, mi esposo llego a la casa y tratando de no hacerme sentir mal, me dijo: Te traje algo… Que me trajiste? (le pregunte) y abre su mano y hay algo extraño que no sabia que era, entonces le pregunte: Que es eso?, el me respondió:  Es el ombligo de nuestra hija, por lo menos tenemos con nosotros algo de ella aquí en la casa.

Friday, April 9, 2010

La Fe Probada a Travez de un hijo (Parte 3)

(Foto de un bebe en la Unidad de Cuidados Intensivos UCI)

Al siguiente día era sábado, mi esposo se fue antes de las 7 de la mañana para el hospital donde estaba nuestra bebita, me trajeron mi desayuno y en ese justo momento llega mi amiga la Dra. Rebeca, estaba ya vestida y arreglada lista para ir a la iglesia, le pregunte que como estaba mi hija la mire a sus ojos y le pregunto DE VERDAD COMO ESTA LA BEBE?, ella me dijo: “Heidy Te quiero como a una hermana y si te miento ahora, después me lo vas a reprochar, tu eres una mujer muy joven y llena de salud, tienes una gran vida por delante”, Que me quieres decir?, Heidy Tengo  que serte sincera, como profesional, como amiga y como cristiana: “LA NIÑA ESTA MUY MAL” (créanme que se me quitaron todas las ganas de comer) la niña esta bastante malita, desde ayer la bebita no da ninguna señal de mejoría, todos los doctores la han visto pero ella esta muy malita y nadie sabe que hacer, no reacciona a ningún medicamento, vengo de verla, hoy amaneció mas enfermita que ayer, la verdad es que todo esta en manos de Dios.
En el momento no reaccione, solo sentía que se me batanaban unas lagrimas gigantes que me mojaban mi cara, pero no me desespere, y le pregunte: ok y cual va a ser el siguiente paso? Queda alguna oportunidad algo mas por hacer, y ella me respondió: pues eso quería consultarte, el Hematólogo (quien es el doctor especialista en la sangre, el cual era el problema grave de mi hija en ese momento) quiere inventar algo para esta tarde, El quiere aplicarme a la bebita un medicamento que se le aplica solamente a los adultos, nunca ha sido probado en niños ni mucho menos en recién nacidos, así que, o sana a la bebita o la termina de matar, y quería saber que quieres hacer…? Rebeca si fuera tu hija tu que harías…? LE APLICARIA EL TRATAMIENTO (me contesto), de todas maneras la niña no reacciona hasta el momento, los niveles en la sangre estan extremadamente variaods y fuera de orden: sus leucocitos (que son los glóbulos blancos  encargados de la defensa del cuerpo de infecciones o agentes extraños) estaban por los 80.000 ml/mL cuando lo normal esta entre 5.000ml/mL a 10.000ml/mL  Por otro lado  las plaquetas en su medida normal esta entre los 140.000ml/mL a 400.000ml/mL  pero mi bebita los tenia en 70.000ml/mL, esas medidas no son compatibles con la vida humana, de hecho nunca he visto a un paciente con semejantes niveles y que haya vivido para contarlo así que vamos a hacerlo, (esa fue la respuesta de mi amiga).

Mientras tanto, mientras los doctores trabajaban en el hospital haciendo todo lo humanamente posible para salvara mi hija, mientras que por otra parte se encontraba un buen grupo de amigos y hermanos de mi querida iglesia en San Cristóbal, Venezuela, por una parte en la iglesia en la que yo asistía y por otra parte la iglesia en la que asiste mi madre, es mas hasta en la iglesia en donde asistía mi nona se encontraban gente muy querida quienes estaban en vigilia y oración por mi hija, todos ellos junto con nosotros, unidos en oración, acudiendo al dador de la vida, al creador, al ser supremo al Medico de Médicos para que interviniera y colocase su mano sanadora sobre mi hija y ella pudiera salir adelante. 

Las horas pasaban y yo seguía sin saber nada, Fue en ese momento que llego mi esposo y me dio una buena noticia en medio de todo:  Le aplicaron ese medicamento a la niña y la bebita esta empezando a reaccionar, pero aun no te emociones, la mejoría es muy poca pero al menos ha sido lo único que ha hecho mover un poquito esa infección, al menos hay una pequeña esperanza. 

En ese momento me dieron de alta de la clínica alrededor de las 2 de la tarde lo único que quería era ver a mi hija pero en cambio me llevaron para otra clínica en donde me iban a tomar unas muestras de sangre para determinar si la infección de mi hija provenía de mi o no, pero el resultado fue de que yo no tenia ninguna infección, tenia mas bien una bacteria urinaria la cual era muy pero muy diferente a la que tenia mi hija, así que cada vez era mas desconcertante el saber que fue lo que paso.