Monday, March 15, 2010

La Fe Probada a Travez de un Hijo (parte 2)


La Fe Probada a través de un hijo (Parte 2)

Eran las 8 de la mañana del viernes 6 de septiembre del 2002, y la sala de operación estaba lista para recibirme, pero yo estaba muy inquieta y preocupada ya que no quería entrar sin mi amiga y hermana la Dra. Rebeca, quien ese día se había ido para Cúcuta, Colombia,  y al enterarse de la noticia se devolvió para estar conmigo, cosa de la cual la estaré eternamente agradecida, pero finalmente ella llego y comenzaron la Cesaria.
La Cirugía
Al principio hablaban y se reían de cosas pero hubo un momento que todo quedo en silencio, yo estaba conciente de todo lo que estaba pasando, y veía como mi amiga Rebeca le hacia señas al anestesiólogo para que me suministrara sedantes ya que yo empecé a inquietarme, y le pegunte: Rebeca que pasa donde esta la niña, y ella me dice No te preocupes Heidy la niña nació bien pero tienes unas manchitas en la barriguita y la Neonatólogo se la llevo para verificar de que todo estuviese bien, PERO REBECA YO NO ESCUCHE QUE LA NIÑA LLORARA, LA NIÑA NO LLORO, QUE ESTA PASANDO!!!, no te preocupes por eso me contesto, de todas maneras voy a verificar todo y vengo y te notifico, al salir ella le dio otra señal anestesiólogo para que me inyectara mas calmantes y El le contesto que ya me había puesto todo lo que se podía pero la verdad es que tanto estrés, preocupación pero sobretodo la fuerza de mi voluntad hacia que nada de eso hiciera efecto.

Al ratito de haberse ido, entra Rebeca y me dice con alegría, que mi hija estaba bien que había sufrido un poco por su estrés fetal y por ser prematura pero que en general estaba bien, y que mas tarde podía verla, La doctora se despidió de mi porque tenia que irse, le agradecí su presencia y me quede tranquila cuando me llevaron a mi habitación.
El Primer Encuentro
Después de un par de horas alrededor de las 10 de la mañana, finalmente, una enfermera me trajo a mi hija, a mi bebita recién nacida, una ratoncita pequeñita a la que le quedaba grande la ropita que con tanta emoción había preparado para su primer día, mi habitación estaba rodeada de mucha gente querida, mi mami y papa, mi hermana Yury, (porque Mary estaba en ese momento fuera de la ciudad), mis abuelos, mis amigas mis hermanos de la iglesia y hasta mis amigos que trabajaban conmigo en la oficina, Era ese el primer encuentro, la primera mirada que una madre tiene con un hijo, esa mirada que perdura para siempre en el mas bello de los recuerdos de la vida de una mujer, pero esa mirada no era como yo esperaba, ya que mi bebita venia como adormecida, y la enfermera me dijo: “Despiértala que esa niña lo que tiene es hambre así que Pontela en tu pecho para que ella misma comience a tomar de la leche materna, (que era bastante)” mi mami me ayudo a ponerla en posición para lactar, pero mi niña estaba dormidita, así que mi mami le movía su carita una y otra vez para y mi bebita reaccionaba, ella, olfateaba mi leche y se ponía con su boquita a busca en donde podía, para comer, pero sus esfuerzos la agotaban y se desvanecía y nuevamente se quedaba como dormida, y todos en la habitación decíamos pero que nena tan floja lo único que quiere es dormir, pues no… ella debe comer ya es la hora para eso y volvíamos a repetir lo mismo y mi bebita volvía a desvanecerse, fue entonces cuando el instinto materno de mi Madre sin decirme nada fue corriendo y llamo a la enfermera y ella vino y repetimos la misma situación; de repente los ojos de la enfermera se abrieron gigante tomo a la niña súper rápido y salio corriendo de emergencia, pues cada vez que la niña se desvanecía supuestamente porque tenia sueño era porque en realidad no estaba respirando y en realidad ella se estaba desmayando.
La Terrible Realidad
No sabia exactamente que estaba pasando, pero veía mucho movimiento afuera de mi habitación, mi esposo estaba para adentro y para afuera al igual que mi mama pero nadie me decía nada, derepente la Pediatra neonatólogo entro y me dijo con toda sinceridad: “La bebita no esta bien, la nena esta un poco complicada, ella nació con una infección en la sangre muy fuerte al punto de crónica, su hígado y su vaso sanguíneo son enormes para ser una recién nacida, y la bebita tienes unas manchitas por todo su cuerpo llamadas petequias producto de la infección,  por eso es que la bebe se veía de color oscuro su piel, esta es una clínica y aquí no tenemos los cuidados intensivos neonatales que la nenita necesita así que yo recomiendo que la bebita sea trasladada lo mas pronto posible a un hospital publico donde la puedan atender mejor, de lo contrario ni ustedes ni la niña pueden soportar todo esto…” 
Traslado en Ambulancia
De inmediato el Dr. Castillo llamo a una ambulancia especial, de cuidados intensivos para recién nacidos, y en medio de un poco de confusión, la ambulancia llego, al mismo tiempo que la Dra. Rebeca por teléfono estaba llamando al hospital del seguro Social de San Cristóbal, para conseguirme por medio de ella un pase de cortesía, para que me recibieran la niña.  Yo estaba en mi habitación con la Hermana Victoria cuando de repente escuchamos la sirena de la ambulancia que salio rápidamente de la clínica para el hospital, y fue allí cuando comprendí que mi hija estaba en las manos de Dios y de los doctores y que yo nada podía hacer, nada excepto orar.

La Llegada al Hospital
Finalmente la voz se corrió entre los medico del seguro social y todos se referían a mi hija como la sobrina de la doctora Rebeca (quien para ese entonces era directora de sala de cirugía) y gracias a eso, todos le dieron a mi hija un trato VIP. (Nunca podré terminar de agradecer tanto a Rebeca y a Edgar)  Me cuentan por otras fuentes que los chicos de la ambulancia estaban muy nerviosos porque no aseguraban que la niña llegara viva al hospital, de hecho hubo momentos en que pensaban que la niña estaba muriendo en sus manos, así que apenas llegaron,  en la entrada, ya estaban esperando por ella, un equipo de enfermeras y doctores, quien al tiempo que iban corriendo por los pasillos del hospital, iban revisando y colocando las vías intravenosas a la bebita y la llevaron directamente a la unidad de cuidados intensivos, porque los segundo de mi hija estaban contados, y nadie podía dar garantía de que sobreviviera a esta situación.
Al final del día mas “feliz” de mi vida
Durante el resto del día mucha gente fue a visitarme y a consolarme, pero fue hasta tarde en la noche de ese viernes que mi esposo llego con los ojos súper inflamados de tanto llorar, y con una sonrisa en sus labios pero con lo ojos llenos de lagrimas y entrecortado me dijo: “tranquila mi amor que la niña va estar bien” pero la verdad no le creí ni una palabra. Allí pasamos la noche junto mi esposo y yo sin nuestra hija, la hija que tanto habíamos esperado, y de quien no sabíamos nada, ni cual seria su destino, si viviría o no…

3 comments:

  1. Bueno, tu historia parece una novela,,,me quedo con ganas de saber mas, espero el tercer capítulo,, no tardes tanto en publicarlo!!! jajajajajaja besitos y buen resto de semana

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  2. Sigue escribiendoooo. No me dejes asi quiero saber mass. Me tienes aqui en mi trabajo llorando y todo :( jiji
    Aixa M

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  3. Cuando vuelves a escribir????????????????
    Aixa :)

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